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Tener un bebé o un niño enfermo o lesionado no es divertido. Además de sentirse terriblemente mal, su hijo puede tener problemas para entender qué le pasa, no poder comunicarse bien con usted sobre lo que está mal y tener miedo de los tratamientos que está recibiendo.
Lesión localizada
Cuando su hijo tiene constantes golpes y hematomas, puede ser difícil saber cuándo algo está sucediendo y que no puede arreglarse con un vendaje y un abrazo. Entonces, ¿cómo lo averiguas? ¿Y qué haces si es más serio de lo que creías?
Antes que nada, mantén la calma. Busque el botiquín de primeros auxilios:
- Huesos rotos: Su hijo le informará que ha roto algo porque tendrá mucho dolor, mucho más de lo habitual. Incluso puede ver cómo se rompe la extremidad. El área puede hincharse o hematoma inmediatamente. Mantenga a su hijo lo más quieto posible y apoye la extremidad rota. El peso en la extremidad lo hará más doloroso. Llegue al departamento de emergencias de su hospital local tan pronto como pueda. Si su hijo no se puede mover, o si cree que no debe moverse, como en el caso de una fractura de columna o cuello, llame a una ambulancia.
- Quemaduras y escaldaduras: Haga correr agua fría con una quemadura simple y pequeña durante 20 minutos. Si su hijo se ha escaldado con líquido caliente, quítele la ropa mojada ya que el calor en el líquido continuará quemando su piel. Si el material se adhiere a la piel, no intentes quitártelo. Si la quemadura es grave y ve enrojecimiento y ampollas, haga que alguien llame a una ambulancia mientras cuida a su hijo. Una vez que haya terminado de verter agua fría sobre el área, cúbrala con un paño limpio o un paño de cocina y consulte a su médico. Es probable que su hijo tenga mucho frío debido al agua fría, así que asegúrese de que esté abrigado.
- Conmoción cerebral: Un golpe en la cabeza puede resultar en algo más que un bulto y moretón. La conmoción cerebral es una pérdida temporal de la función cerebral, desde el golpe del cerebro contra el cráneo. Es posible que su hijo se haya golpeado la cabeza con tanta fuerza que haya perdido el conocimiento, o que tenga dolor de cabeza, parezca desorientado y vomite repetidamente. Ser irritable y sensible a la luz también puede ser un signo de conmoción cerebral. Lleve a su hijo al hospital de inmediato.
Si tiene dudas sobre qué hacer con la salud de su hijo, es mejor prevenir que lamentar, así que visite a su pediatra. Para cualquiera de las siguientes lesiones, diríjase al hospital rápidamente:
- Shock anafiláctico por comida o picadura de abeja, donde se hincha la cara o la boca y su hijo tiene problemas para respirar.
- Mordedura de una serpiente, araña u otro animal.
- Accidente automovilístico.
- Convulsiones, también llamadas convulsiones, especialmente aquellas que duran cinco minutos o más. Algunos niños menores de 5 años tienen convulsiones febriles cuando tienen fiebre; Si esto sucede con regularidad, siga las instrucciones de su pediatra sobre si su hijo necesita atención hospitalaria en todo momento.
- Lesiones en los ojos.
- Choques eléctricos.
- Ingestión de venenos, material tóxico o medicamentos recetados que no se recetaron para su hijo.
Tener números de teléfono de emergencia a la mano
En los Estados Unidos, el 911 es el número de emergencia en todos los estados.
El número para el Control de venenos es 1-800-222-1222.
Cómo armar un botiquín de primeros auxilios
Mantenga un botiquín de primeros auxilios bien surtido para tratar las lesiones.
Si no lo ha hecho, considere tomar un curso de primeros auxilios y RCP para bebés y niños. Literalmente puede salvar la vida de su hijo o la vida de otros. Si no ha realizado un curso general de RCP por un tiempo, obtener una actualización asistiendo a un curso de RCP para bebés y bebés también puede ser una buena idea.
Diagnosticar una enfermedad grave
Todos los niños tienen que lidiar con problemas de salud como resfríos, una extraña infección en el oído o una infección en el estómago. Pero algunos niños desafortunados tienen que lidiar con cosas mucho peores. Como padre involucrado, probablemente detectará los primeros signos de una enfermedad grave, porque conoce a su hijo de adentro hacia afuera y puede detectar cuándo algo no está bien.
Se necesita el diagnóstico de un médico para confirmar cuándo su hijo tiene una enfermedad crónica, como asma, diabetes, un trastorno genético o una enfermedad como el cáncer. Ver a su pequeño hijo ingresado en un hospital es estresante y desgarrador, pero afortunadamente hay mucho apoyo disponible.
Su hijo puede estar muy asustado o culparse por el caos que está causando su enfermedad en sus vidas. Trate de ser lo más abierto y honesto con ella que pueda sobre su salud y cómo se siente, y esté disponible para responder cualquier pregunta que le haga.
Las siguientes organizaciones pueden ayudarlo en caso de que su hijo sea diagnosticado con una enfermedad grave. No dude en pedir ayuda si la necesita, piense en el bien que le puede hacer a su hijo:
- Academia Estadounidense de Alergias, Asma e Inmunología
- Sociedad Americana del Cáncer
- Asociación Estadounidense de Diabetes
- Fundación de Fibrosis Quística