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Cualquier proceso hepático, especialmente hepatitis o alcoholismo de larga duración con el tiempo, causa cirrosis del hígado. La cirrosis no es reversible. Para el examen de asistente médico (PANCE), deberá familiarizarse con varios aspectos de la cirrosis.
Debido a que el hígado es responsable de regular el metabolismo, procesar medicamentos y procesar las diversas hormonas del cuerpo, muchas cosas pueden cambiar cuando hay cirrosis. Los hombres pueden desarrollar ginecomastia (también conocida como "hombre-boobs"). Las personas con cirrosis se sienten cansadas y débiles.
Desde la perspectiva ácido-base, la cirrosis hepática crónica puede causar una alcalosis respiratoria. El hígado también regenera el bicarbonato, por lo que en etapas muy avanzadas de la enfermedad hepática, puede haber una acidosis metabólica.
Las personas con cirrosis pueden tener problemas con la coagulación de la sangre, que se manifiesta por una elevación del PT / INR. Si hay hipertensión portal significativa y esplenomegalia, también puede haber leucopenia y trombocitopenia. La enfermedad hepática en sí misma puede causar una anemia macrocítica.
A medida que la cirrosis progresa, se observa una elevación en las presiones venosas del portal. La ascitis ocurre cuando las presiones venosas del portal son mayores de 30 mmHg. Para la cirrosis crónica compensada, el tratamiento es la restricción de sodio, y si hay ascitis, el uso de espironolactona (Aldactone) y / o furosemida (Lasix).
No hace falta mucho para que alguien pase de un estado compensado de cirrosis a un estado descompensado. La hemorragia digestiva, la peritonitis bacteriana espontánea (SBP) y la bacteriemia pueden hacer que el hígado se descompense. En cirrosis descompensada o enfermedad hepática en etapa terminal, es posible que vea algunos o todos de los siguientes:
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Encefalopatía hepática, que se debe a un nivel elevado de NH 3 (hiperamonemia): Los tratamientos incluyen lactulosa y rifaximina (Xifaxan) de segunda línea.
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Sangrado secundario a hipoprotrombinemia: Es poco probable que las terapias orales y / o subcutáneas sean efectivas con un hígado cirrótico. En esta situación, es posible que deba administrar plasma fresco congelado.
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Mayor riesgo de insuficiencia renal: Los ejemplos incluyen la azotemia prerrenal, la necrosis tubular aguda (NTA) y el síndrome hepatorrenal (SHR).
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Hipotensión: A medida que el hígado falla, la resistencia vascular sistémica disminuye y, en consecuencia, también lo hace la presión arterial.